La huelga ferroviaria iniciada esta semana en Francia entra hoy en un periodo de pausa de tres días, pese a lo cual la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) anunció que persistirán algunas afectaciones.

En un comunicado, la compañía anunció que los trenes de gran velocidad tendrán un tráfico casi normal, pero en el resto se mantendrán ciertas perturbaciones: circularán el 75 por ciento de los trenes regionales y los de la región parisina, así como el 60 por ciento de los inter-ciudad.

Francia vivió ayer el segundo día del paro ferroviario con un alto índice se huelguistas, sobre todo entre los conductores de trenes y los controladores.

De acuerdo con el informe publicado por la SNCF, casi un 30 por ciento de los trabajadores del sector se acogieron a la manifestación, lo que incluyó un 74 por ciento de conductores, un 77 por ciento de controladores y un 46 por ciento de agentes.

Ello implicó notables afectaciones en los servicios y una circulación de trenes muy reducida, en un país donde cada día 4,5 millones de personas se trasladan en ese medio de transporte.

La movilización es el inicio de un movimiento que podría durar toda la primavera, pues los sindicatos convocaron a hacer paro dos días de cada cinco, desde el 3 de abril hasta finales de junio, lo que significa 36 jornadas de perturbaciones en el tráfico de trenes.

El objetivo es rechazar la reforma ferroviaria impulsada por el gobierno, que según los detractores es el inicio de la privatización de un sector hasta ahora considerado modelo del servicio público en Francia.