El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia pidió al Gobierno nacional reanudar de manera inmediata la mesa de diálogo interrumpida.

A través de un comunicado emitido por la delegación de la guerrilla en esta capital, se propone a la administración de Iván Duque retomar la agenda de negociaciones y pactar un cese el fuego bilateral.

La fuerza insurgente critica la postura del Alto Comisionado de Paz, Miguel Ceballos, a quien solicita ‘no actuar como consejero de guerra’.

Según el ELN, el diálogo debe retomarse con todos los temas posibles sobre la mesa, ‘sin restricción alguna, que sean de preocupación o de interés de una u otra parte’, partiendo de los avances del V ciclo de conversaciones que finalizó el pasado 3 de agosto.

La fuerza guerrillera hizo mención del asesinato de seis líderes sociales en los primeros seis días del año en Colombia y consideró que el gobierno debe actuar para dar con los responsables de esos hechos criminales.

Ayer el Alto Comisionado para la Paz de Colombia dijo que el gobierno quiere saber si el ELN está dispuesto a renunciar al secuestro y a decretar un cese unilateral del fuego.

Ceballos acotó que ‘la retención de las órdenes de captura de los negociadores del ELN y mantener a los gestores de paz en La Habana son la muestra de la voluntad del presidente del país, Iván Duque, para retomar las conversaciones’.

Para Jaime Zuluaga, analista político de la Universidad Externado, el gobierno no debiera desestimar la tregua unilateral dictada por el ELN durante las festividades navideñas.

El académico dijo al diario colombiano El Heraldo que la exigencia que mantiene el Gobierno de liberar todos los secuestrados para poder retomar el diálogo es una condición aceptable que cuenta con el apoyo de la mayor parte de la sociedad colombiana.

Sin embargo, consideró que pedirle al ELN la suspensión total de todas las actividades antes de llegar a un acuerdo no tiene sentido. Ese sería el objetivo final de la mesa de diálogos, estimó.