No hay indicios en este momento de que esto haya sido un acto de terror y no hay una amenaza continua para la ciudad de Nueva York, expresó el político demócrata.

En declaraciones a la prensa, De Blasio agregó que no existe ningún peligro para los neoyorquinos en este momento, y que toda la información que tienen ahora es preliminar, pues hay una investigación en curso sobre lo sucedido.

Lo que sí sabemos es que una persona murió en este choque, se cree que era el piloto, pero estamos esperando por una confirmación absoluta, no parece que hubiera ningún pasajero en el aparato, añadió el alcalde, quien sostuvo que todavía no conocen la causa del desplome.

Nadie en el edificio o en las calles cercanas recibió heridas al estrellarse el helicóptero, y De Blasio agradeció a todas las agencias que respondieron a la escena para lidiar con la situación, incluyendo al Departamento de Bomberos, que extinguió el incendio generado en el lugar.

El aparato se desplomó sobre el número 787 de la Séptima Avenida, un edificio de 54 pisos en el corazón de Manhattan, y hasta el momento tampoco se conoce qué hacía en esa área, pues el mandatario local señaló que no se permiten aeronaves allí sin la aprobación de la torre del Aeropuerto de LaGuardia.

Como parte de la pesquisa en curso, las autoridades también se cuestionan por qué el helicóptero volaba en medio de un día lluvioso y nublado en Nueva York.

El comisionado de la policía, James O’Neill, dijo en una conferencia de prensa que el aparato solo estuvo en el aire unos 11 minutos, pues despegó del helipuerto de la calle 34 aproximadamente a la 13:32, hora local, y las primeras llamadas al número de emergencia 911 ocurrieron a las 13:43.