Sociedad

El turismo argentino en Chile desciende un 50 por ciento

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El turismo argentino en Chile es una importante fuente de ingresos. De hecho, según las estadísticas de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), la llegada de turistas argentinos cada mes de enero representa el 50 por ciento del total de visitas extranjeras. Y durante todo el año, desde Argentina llega el 35 por ciento del flujo internacional a Chile. Este año, sin embargo, estas cifras no se están alcanzando, este verano se ha reducido de forma considerable el turismo argentino en el país chileno. Y eso, obviamente, preocupa a los comerciantes y hosteleros.

Según cifras de la Subsecretaría de Turismo, fueron 2,6 millones los turistas extranjeros que visitaron Chile durante la temporada estival. Se trata de una cifra satisfactoria, si bien las autoridades admiten que el turismo internacional ha bajado un 5,5 por ciento respecto al año anterior, lo que se debe, en parte, a que la avalancha de turistas argentinos al país vecino en busca de ofertas en productos electrónicos ha empezado a disminuir. Y con ello los comerciantes también han visto cómo se ha reducido el número de clientes y de ventas. De hecho, se estima que en el primer bimestre la facturación ha bajado un 1,1 por ciento.

El principal motivo de que ahora sean menos los argentinos que visitan Chile para ahorrar en sus compras es la diferencia de precios entre ambos países, que también se ha reducido. Tras la crisis que Argentina vivió en 2001, la sombra de una nueva recesión ha impulsado al gobierno de Macri a tomar medidas para evitarlo. Mauricio Macri ha jugado sus cartas y ha apostado por pedir ayuda del FMI y por bajar los impuestos a los productos electrónicos importados. De hecho, si en 2016 los argentinos que querían comprar un notebook en su país tenían que pagar un 58 por ciento más que si lo hacían en Chile, ahora esta distancia de precios se ha reducido a tan solo un 17 por ciento. Y lo mismo ocurre con el resto de productos electrónicos como televisores, computadoras o celulares.

No obstante, de cara al futuro los expertos se muestran optimistas pues creen que el consumidor chileno podrí­a acudir al rescate de los minoristas locales. Confían en que, tras cuatro años de expansión en Chile, la demanda interna también aumentará de forma progresiva. Y, de momento, siguen teniendo un as en la manga para intentar seguir captando la atención (y las compras) de los argentinos, ya que las tarifas chilenas todavía son más competitivas que las de otros países como Uruguay.

 

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